jueves, 25 de junio de 2015

AMOR A DESTIEMPO ( Carlos Granados )









Amor a destiempo….
En prosa.( fragmento)
Autor: Carlos Granados Gamboa

…Paso el tiempo, paso el verano dando paso al invierno, poco a poco se acostumbró a su nuevo estado, entendió por fin la razón de que aquello que le calaba en sus adentros y día a día le disminuía su vida agotando su existen



cia; había llegado a su vida a destiempo, se conocieron ya viejos, le tocó pagar la factura de los errores que otros cometieron, la amaba, la quería, la soñaba, la había esperado toda su vida y otras vidas pasadas. Estaba seguro que de tener la oportunidad hubiese hecho lo mismo, la amaría igual, no se arrepentía de nada, pero tener su conciencia en paz no remediaba su corazón maltrecho, no borraba los momentos que había llorado por ella, a veces al escuchar una canción, a veces un poema, al encontrar sus conversaciones en la computadora, al mirar las fotos en las que se veía tan bella, porque su casa, su cama, su cuerpo, su alma estaban llenos de ella. Una lágrima asomaba y le recorría el cuerpo, una de esas que queman, que arden, que no vienen de los ojos si no de más adentro. Ese día sintió miedo al entender que aquello que lo conectaba con ella se iba perdiendo, aún podía sentir su dolor, su alegría, su pena, a distancia sabía lo que ella pensaba, lo que estaba sintiendo, de noche ambos observaban la misma estrella, y le dolía, mucho, mucho, le dolía en su pecho. Al llegar a su trabajo se sentaba frente al monitor como esperando que este tomara vida, que le hablara, respiraba hondo y continuaba en sus labores, llegaba más tarde a su casa pues ahora la calle que orgulloso recorrió con ella le parecía dos veces más larga y tres más ancha, todo cambio, hasta el viento dejo de mecer las ramas del cedro, se marchitaron las rosas recién cuando florecieron, las hormigas se apoderaron del jardín… y sintió miedo al comprender que había llegado a destiempo, porque antes podía reconocer su perfume entre mil, ahora todos los aromas le parecían al suyo el mismo aroma que inundo la iglesia desde la primer banca hasta el altar cometiendo sacrilegio, antes podía reconocer la forma de su cuerpo entre miles; ahora todas le parecían a ella, veía cabellos largos en todas las personas, y todas caminaban igual, ya no sabía cuál era ella y eso le provocaba miedo. Y repaso en su mente todos los caminos que lo llevaron a ella, y entendió que los mismos caminos ahora de separaban en una distancia que día a día se hacía más grande, una distancia de esas que no se miden en metros si no en orgullo, en hipocresía y lamentos. Había llegado a destiempo y eso le provocaba miedo, lo sucedido ya no tenía ningún remedio, no tenía pies ni cabeza, no tenía explicación ni bastaban todos los argumentos, solo sabía que había llegado a destiempo y eso le provocaba miedo, la suerte estaba echada, había apostado todo en la ruleta, todo al color rojo…. Salió el color negro….ya lo había comprendido a punta de llanto y de enredos… una sensación ya bien conocida le atravesó el pecho, sentía dolor al entender que había llegado a destiempo y eso le provocaba miedo, no miedo de perderla porque nunca la tuvo, miedo de pensar que en la próxima vida se la volviera a encontrar de nuevo a destiempo y eso le dolía, y eso le provocaba miedo y el miedo le quitaba la vida, le hacía llorar y le atravesaba el pecho….


Amor a destiempo…. En prosa.( fragmento)
Autor: Carlos Granados Gamboa.





miércoles, 24 de junio de 2015

Los dias buenos













"Los días buenos", de Irela Perea




Eran ya dos años de invierno y ventanas cerradas, cuando tú llegaste y empecé a encontrarme estrellas enganchadas en el fondo de los bolsillos. Sé que obligaste al mundo a orbitar del revés. En la radio ponían las canciones que se me habían perdido. Los amigos comenzaron a regalarme libros de poesía, galletas horneadas en casa y esquejes para plantar geranios. Gané una quiniela y una aspiradora. Y si daba una ojeada al periódico, solo caía por azar en las buenas noticias.

O tal vez no pasó nada de todo eso. Pero lo que sí es seguro es que te conocí y que tú trajiste contigo los días buenos..

martes, 23 de junio de 2015

RIMA XLII
















RIMA XLII
Gustavo Adolfo Becquer



Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,

me apoyé contra el muro, y un instante

la conciencia perdí de dónde estaba.


Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma.
¡Y entonces comprendí por qué se llora,
y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor.Con pena
logré balbucear breves palabras.
¿Quién me dio la noticia?Un fiel amigo.
Me hacía un gran favor.Le di las gracias

jueves, 18 de junio de 2015

El niño, la imagen, la flor, el viento y yo somos el mismo. ( Carlos Granados Gamboa )

















El niño, la imagen, la flor, el viento y yo 
somos el mismo.

Si te detienes un instante, podrías tal vez,
darte cuenta de tantas cosas que ocurren junto a ti,
por la esquina una señora corre con su niño para llegar a la escuela

allá tras el portón del templo de la educación

el niño de ojos pálidos, grandes, sombríos mira hacia afuera,

quieto, inmóvil, taciturno, no ríe con sus compañeros,

no juega con ellos, solo espera…


En la puerta del supermercado una imagen del corazón de Jesús
da la bienvenida a los clientes del día,
una imagen cuya presencia pasa desapercibida

nadie le ora, nadie la nota, nadie la mira,




la iglesia del pueblo está a puertas abiertas también,
una persona dobla rodillas al santísimo
tal vez pide favores, quizás de gracias a Dios,
se enjuta el rostro; pedía perdón,
el crucifijo lo mira fijo, apunta su mirada
en un gesto acusador, el fiel reza, suspira,
se arrodilla, le reclama, en silencio todo en silencio
solo ellos saben el contenido de aquella conversación
el crucifijo no se inmuta ante aquel acto de constricción,
¡solo tú no me has tenido asco Señor¡ es lo que se escuchó
-te hará bien, te sentirás mejor. Decía el sacerdote,
al contrario pues la verdad es que aquel hombre
salió de la iglesia con más dolor,
por aquella mirada, aquel gesto acusador

La orquídea florece, invitando a las arañas a hacer su nido
entre sus hojitas verdes, y sus tallos tiernos,
las arañas asienten y así lo han hecho, acudieron al llamado
las hojas de la orquídea se secan poco a poco
le falta el agua, nadie le habla, le falta sol.

Así pasan los días en aquel pueblo de Dios,
allá donde hasta el viento cuando viaja en ráfagas
se detiene y sigue despacito para ver los paisajes,
los bellos, ríos, su gente amable, los cafetales…

La niña, la imagen, el crucifijo, la orquídea, el viento
el feligrés y este escritor comparten algo en común
todos son el mismo, porque a veces es el niño que
quiere llorar en tu regazo, otras la imagen religiosa que
no te dignas mirar cuando pasas, otras el feligrés que ora por ti todos los días,
a veces la orquídea que nadie cuida, y en las noches el viento,
el viento que pasa a través de tu ventana
que da vuelta en la habitación, que apaga la vela
que se mete en tus sabanas, que besa tu piel y
que no se puede quedar…se va, se pierde en la noche
y perece en medio del cafetal…

El niño,la imagen, la flor, el viento y yo somos el mismo.
Autor Carlos Granados Gamboa

sábado, 13 de junio de 2015

“ABRAZARTE A MI ETERNIDAD”Sergio de Sa (Poeta)









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“ABRAZARTE A MI ETERNIDAD”Sergio de Sa (Poeta)


Quiero abrazarte
a mi eternidad,
caminar juntos por
el paso del tiempo,
cada día despertarme
en tus ojos,
y cada noche dormirme
en tus labios;
Quiero cuidarte hasta
el final de mis días,
hacer de cada día
un nuevo inicio
a nuestra historia,
dejarnos llevar
sin nada que temer,
y amarte
toda la vida…..
Aunque para ti
desgraciadamente,
toda la vida
solo sea Hoy

jueves, 4 de junio de 2015

El Mar y La Lágrima... Historias de Mindofbrando.





El Mar y La Lágrima... Historias de Mindofbrando.
Perdido en la ceguera de ese amor muerto, él agarró un montón de besos sin usar y los metió dentro de una bolsa vieja de recuerdos. Roció su corazón con lágrimas, y ahí mismo lo prendió fuego.
Cuando vio que las llamas empezaban a bailar al compás de sus latidos, no le quedo más que arrojar la bolsa al fuego y escuchar el llanto de esas lágrimas que entre besos cantaban su desdicha.
En su lengua, sutilmente se posaba un olor a rosa quemada que bajaba por su garganta desesperada. Era de esos olores que empalagan, como sahumerio oscuro, como potpurrí de sentimientos ciegos, como agua de luna estancada, impregnando sus pulmones del aire denso de ese amor muerto.
Días después, él esparciría las cenizas al mar para ya no sentir más nada. Sin saber que todo lo que va al mar, con el tiempo siempre vuelve a la orilla. Y cada noche que la luna sedienta acariciara el agua, una lágrima se le escaparía, queriendo volver al mar, queriendo volver a amar.

miércoles, 3 de junio de 2015

La Pregunta






Preguntitas sobre Dios (o Las preguntitas)


Un día yo pregunté:
¿Abuelo, dónde esta Dios?
Mi abuelo se puso triste,
y nada me respondió.


Mi abuelo murió en los campos,

sin rezo ni confesión.
Y lo enterraron los indios
flauta de caña y tambor.



Al tiempo yo pregunté:

¿Padre, qué sabes de Dios?
Mi padre se puso serio
y nada me respondió.



Mi padre murió en la mina

sin doctor ni protección.
¡Color de sangre minera
tiene el oro del patrón!



Mi hermano vive en los montes

y no conoce una flor.
Sudor, malaria y serpientes,
es la vida del leñador.



Y que naide le pregunte

si sabe dénde esta Dios:
Por su casa no ha pasado
tan importante señor.



Yo canto por los caminos,

y cuando estoy en prisión,
oigo las voces del pueblo
que canta mejor que yo.



Si hat una cosa en la tierra

más importante que Dios
es que naide escupa sangre
pa’ que otro viva mejor.



¿Qué Dios vela por los pobres?

Tal vez sí, y tal vez no.
Lo seguro es que Él almuerza
en la mesa del patrón



martes, 2 de junio de 2015

Wisky, amado, maldito vicio… ( Carlos Granados Gamboa )







Wisky, amado, maldito vicio…

Qué problema es esta inusual elección:
veámos; podría tomarme todo el wisky de la botella
o podría beber de tu amor a manos llenas.
Y es que con el wishy sucede un problema:
mañana el recipiente estará vacío,
mientras yo me levantaré a duras penas,
con tanto, tanto frio,
frio de ese que cala los huesos y se mete hondo en las venas,
frio del que sentimos en la madrugada los ebrios,
el dolor de cabeza será insoportable,
desearé ni hablar ni que me hable nadie,
correré las cortinas maldiciendo al sol,
pobre sol, me quiere dar una luz que yo no quiero,
maldiciendo los pájaros que cantan alegres en la ventana,
les diré que se callen o se vayan con sus cantos muy pero muy lejos.

Cuando el vecino me pregunte:_ y Como amaneció?
le responderé con un :y a usted que le importa?, de esos que se dicen con los ojos.
después del tercer trago todo se verá bello,
pues para ocultar fealdades el wisky  es un experto,
creeré todo lo que me digan en el bar,
pués para ocultar las mentiras, el wisky es un maestro.

Solo espero levantarme antes del amanecer,
así en el desagüe, sucio y  lleno de barro, de cuclillas con mis manos en la frente,
y lleno de arrepentimiento.

Pero estaré en mi casa antes del amanecer, para que nadie me vea,
que no se den cuenta que esta adicción es un tormento,
maldeciré el momento en que por primera vez probé ese amado maldito vicio,
de haber sabido lo que me esperaba a partir de aquel momento
habría corrido hasta caer en algún abismo,
hoy me dolerían menos los huesos
y no pasaría tantas noches despierto,
ni buscaría calor en los brazos de una y otra como niño hambriento.

Al tomar todo esto en cuenta puedo por fin ver
 lo perjudicial que ha resultado este  amado maldito vicio con el paso de los años,
por primera vez decidiré con absoluta conciencia,
y siendo que al comparar mi amado maldito vicio contigo
me salta en mi mente una frase: ¡a carajo que coincidencias…¡
¡Está decidido, no tengo duda alguna
me tomo la botella, que me hace menos daño…..¡



Autor: Carlos Granados Gamboa. 

lunes, 1 de junio de 2015

Ya no sé porqué la Quiero...( Carlos Granados Gamboa )




“Ya no se porque la quiero”
Surgió en mi una pregunta que desde hace días me desgarra el alma, 
¿por qué la quiero? 
hoy cuando te vi pasar por la otra acera encontré la respuesta 


aunque no estoy seguro de ello...





Nomás supongo que ha de ser por tu caminar, 

ese caminar, das pasito a pasito
como si te diera miedo ensuciar el vestido.
ese, el blanco que se mueve a tu ritmo, y arranca en los transeúntes mas de un suspiro, 
caminas suavecito como si no quisieras
dañar las piedras del camino.


Caminas mirando hacia abajo como buscando 
un mensaje que esta muy escondido, como contando tus pasos cada vez mas despacio 
uno a uno presagiando un fatal destino.

Será por ese cabello largo que adorna la peineta ,
y que recoges con una cola como sabiendo 
que así te vez más hermosa, más mujer, más bella, 
adivinas que de lejos te estoy viendo.


Será por la manera en que ese viento maldito 
se mete entre tus piernas y juega con tu vestido
.. son celos, sí, del viento y de cualquiera que haga lo mismo.

Será el aroma y el sabor de tu intimidad que aun recuerdo 
y que me tortura al no encontrar en ninguna algo parecido
y he buscado, seguiré buscando, y si te soy honesto…
no quiero encontrar a nadie, siendo así con tu fantasma me quedo.


Así que ves por todo eso y mil razones más es que que te odio tanto, tanto,tanto 
que no me importa aceptar aunque no debo 
que te quiero “mujer” te quiero.


Autor Carlos Granados Gamboa

Cuando amanecía lloviendo

















Cuando amanecía lloviendo
Autor: CArlos Granados


! Por la madrugada el momento de dormir era lo más bello, 
yo fingía no darme cuenta que ella fingía estar durmiendo, 
y le daba mis mejores caricias y recitaba mis mejores versos


tu sola existencia me engrandece, le decía entre sus cabellos

ella se quedaba quedita mientras yo moría en aquel intento, 

de decirle: mía, mía, mía, mujer, mujer, no sabes cuánto te quiero.




_ Mira mi amor hoy amaneció lloviendo_, me dijo una vez, 
! gracias Dios! pensé para mis adentros, hoy escuchaste mi ruego, 
_ Mujer corre las cortinas, cierra la puerta, ¿no vez qué frio está haciendo?
_ Ya está pero hay que preparar tu desayuno y tu café, 
_ No mi amor hoy no se desayuna, ¿no vez que está lloviendo? 
Y con aquel pretexto pasamos toda la mañana .. queriéndonos.


Donde sea que estés mujer, mujer que hoy me odia,
que Dios te cuide y no te olvides de alguna de esas mañanas
cuando amaneció lloviendo…
hoy no puedo como antes aprovechar la lluvia y seguirte queriendo
¡pero mira, mira, mujer los versos que por ti estoy escribiendo ¡


Autor : Carlos Granados Gamboa

Canción del Amor Lejano





Canción del amor Lejano

 Ella no fue, entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,

a ninguna la quise como a ella.

Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene más reflejos.

Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez más sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.

Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.

Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.

Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor más hondo y largo...
Nunca fue mía. No era la más bella.
Otras me amaron más... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.


Autor: José Angel Buesa.